Consejos para usar Twitter en periodismo

Scott Kleinberg (@scottkleinberg) y Amy Guth (@amyguth), quienes escriben la columna de consejos ‘So Social’ del Grupo Tribune Media (Chicago Tribune), dan unas recomendaciones a los periodistas a la hora de ingresar a Twitter:

  1. Involúcrese y responda los tuits. No lo use como canal unidireccional para enviar 100 veces un mismo tuit, sino como canal bidireccional que le permita relacionarse, ser social y dar una razón para dar clic.
  2. No sea un huevo. Lo primero que debe hacer al registrarse es cambiar el avatar con su imagen que lo identifique.
  3. En su Bio cuente por qué deberían seguirlo. Si está en blanco es porque no se toma Twitter en serio. Consejo: “ponga las palabras clave más importantes, como el título de su trabajo. Es bueno para el SEO”.
  4. No elimine tuits.
  5. No use mensajes directos automáticos para dar la bienvenida a nuevos seguidores.
  6. Sea cauteloso con su privacidad y la de los demás.
  7. No sea aburrido, sea humano. Siga la regla del tercio para garantizar variedad de tuits que hagan a la gente regresar por más y hable de lo que quiera, pero sea usted mismo.

La ‘Regla del tercio’

Una de cada tres publicaciones en la web social, que sea:

  1. Sobre usted, su marca o logros profesionales.
  2. Acerca de sus áreas de interés y experticia, pero use material de fuentes externas, como noticias de su sector, post de blogs o contenidos de sitios de su interés. La gente en sus redes sociales encontrará interesantes esos contenidos.
  3. Sea usted mismo: interactúe, haga preguntas, responda preguntas, retuitee o republique cosas interesantes en su red social.

Y una cuarta regla que Amy Guth recomienda tener presente y está relacionada con la mala reputación es tuitear y postear sobre su almuerzo y otras nimiedades diarias. “Cuando piense acerca de algo para postear o tuitear, nunca se pregunte a sí mismo: ¿qué estoy haciendo? En lugar de esto pregúntese: ¿qué retendrá la atención? Hacer esto, por ejemplo, puede marcar la diferencia entre ‘Almorzaré sándwich (yumi)’ y ‘Estoy en el centro de la ciudad buscando el mejor lugar de sándwich, ¿alguna recomendación?’ Una es poco interesante, la otra puede desatar una conversación”, dice Guth.

Titulares cortos enfocados en las 4-U

Un tuit en periodismo es un titular. Brian Clark (@copyblogger), presidente de Copyblogger Media, nos recuerda que un titular es una promesa, la cual promete algún beneficio o recompensa a cambio de atención.

Un buen titular en Twitter debe ser tan corto como sea posible, es decir, debe ocupar menos espacio que el límite de 140 caracteres que impone Twitter. Esto debido a que, para ayudar a esparcir el mensaje, la gente requiere espacio para poder retuitearlo y que ‘dar’ el respectivo crédito a la otra persona como dicta la cultura Twitter. En ocasiones permite un comentario adicional como “lectura recomendada”, etc.

Una buena forma de asegurar que los titulares siempre ofrezcan una recompensa atractiva es el enfoque de las 4-U, bajo las cuales –según Clark–los titulares deben ser:

  1. ÚTIL para el lector.
  2. Proporcionarlo con un sentido de URGENTE.
  3. Transmitir la idea de que el principal beneficio es ÚNICO.
  4. Hacer los anteriores tres puntos de manera ULTRAESPECÍFICO.

En Twitter la gente está escaneando más intensamente que nunca, como dice Clark, en busca de datos interesantes y los contenidos-enlaces de los periodistas compiten con conversaciones, bromas e, inclusive, revelaciones íntimas de la gente que le gusta narrar su día a día personal.

Hay tuiteros de todo tipo al igual que seguidores. Por eso los periodistas deben afinar sus estilos de escritura para internet y sus habilidades para titular en estas plataformas tecnológicas disruptivas con el fin de que sus rutinas sean más eficientes y acordes con el lenguaje de cada nuevo medio.

Cibergrafía:

Guth, A. (July 5, 2012). The rule of thirds in social media.

Kleinberg, S. (July 19, 2012). Be better and more efficient on Twitter.

Kleinberg, S. (July 26, 2012). The sins of social media.

Clark, B. The Art of Writing Great Twitter Headlines.

Principios del periodismo: vigentes con o sin Twitter

Las tecnologías disruptivas en la sala de redacción plantean nuevas rutinas periodísticas para dialogar con las audiencias.

Sin embargo, el periodismo sigue siendo el mismo, con todo y sus principios*:

  1. su primera obligación es con la verdad
  2. su primera lealtad es con el ciudadano
  3. su esencia es la disciplina de VERIFICAR
  4. quienes lo ejerzan deben mantener la independencia de aquellos sobre los que reporta
  5. debe ejercer un control independiente del poder
  6. debe servir como foro público para la crítica y el comentario
  7. debe esforzarse porque su significado sea interesante y relevante
  8. debe procurar que las noticias sean comprensibles y dimensionarlas
  9. quienes lo ejerzan tienen la obligación de practicarlo bajo su propia conciencia
  10. los ciudadanos también tienen derechos y responsabilidades respecto a las noticias.

Así es que con cualquier servicio de la web 2.0, sea Twitter u otro, los fundamentos del periodismo siguen más vigentes que nunca. Hoy una de esas plataformas más usadas para que fluya la información es Twitter, mañana puede desaparecer y aparecer otra. Una tecnología es útil mientras la usamos y lo que importa no es el artefacto o servicio tecnológico sino para qué nos sirve.

En el caso de Twitter al servicio del periodismo, el periodista cuenta con un capital social qué ganar con la participación en este servicio de microblog, como conocer su audiencia e interactuar con ella no solo para conocer sus reacciones sino para obtener retroalimentación: consejos, críticas, aportes, nuevos datos y aristas para que el periodista siga profundizando en la historia.

Así mismo, aprovechar el contenido generado por el usuario (UGC), por ejemplo, fotos y videos de primera mano en el lugar de los hechos en donde el ciudadano, y no el periodista, está presente y registrando en tiempo real con sus dispositivos como celulares inteligentes. Claro que los periodistas también pueden valerse de estos dispositivos en su labor informativa para informar en tiempo real lo que está sucediendo.

Estas tecnologías disruptivas ayudan a enriquecer las historias en lo que respecta a la instantaneidad y multimedialidad que permite la web y la ubicuidad para cubrir, publicar y consumir contenidos.

¿Twitter afecta la lectura del periodismo?

Nicholas Carr, en su libro Superficiales. ¿Qué está haciendo internet con nuestras mentes?, se cuestiona si con internet estamos sacrificando la capacidad para leer y pensar en profundidad, así como las consecuencias intelectuales y culturales de la Red, la cual dice él nos está reconfigurando a su propia imagen, volviéndonos más hábiles para manejar y ojear superficialmente la información, pero menos capaces de concentrarnos, de contemplar y de reflexionar.

Ante esto, ¿qué puede hacer el periodista? Puede aportar valor al aprovechar las cualidades del ciberperiodismo: hipertextualidad, multimedialidad e interactividad. Es decir, poner estas cualidades al servicio de la producción de contenidos profundos que trasciendan los meros 140 caracteres de Twitter. Al fin y al cabo esta plataforma además de permitir la conversación, permite compartir contenidos y sus respectivos enlaces al sitio web donde estén alojados.

Bibliografía:

Carr, N. (2011). Superficiales. ¿Qué está haciendo internet con nuestras mentes? Bogotá: Taurus, 340.

*Kovach, B; Rosenstiel, T. (2007). The Elements of Journalism. What People Should Know and the Public Should Expect. Completely Update and Revised. New York: Three Rivers Press, 268.

Microblog y noticia como conversación

El microblog, más que una tecnología para publicar, permite acceder al nuevo trabajo en red en la web social. De esta manera, los periodistas pueden hacer crowdsourcing con sus propias audiencias, así como trabajar en red con otros periodistas.

Recordemos que en la comunicación interactiva hipermedial la relación primaria no es entre el emisor y el receptor del mensaje sino que se da en el ambiente mediado en el cual se da la interacción. Así, pasamos de un ecosistema de escases de información a uno de superabundancia.

Dicho lo anterior, el microblog significa participar en la web en tiempo real, donde la información se actualiza constantemente, lo cual le da a los periodistas un mejor panorama de lo que pasa en línea en cada momento.

Uno de los servicios de microblog y actualmente el más popular es Twitter que, más que una red social, hoy se le denomina plataforma de información y desde este punto de vista es la manera más rápida para que un periodista o medio reporte noticias de última hora o promueva otro trabajo.

Sin embargo, este es solo un componente, porque la web 2.0 es conversación, es decir, estas plataformas son bidireccionales y le exigen al periodista comunicarse con su audiencia, conocerla, perfilarla y segmentarla, retroalimentarse de esta.

Publicar primero, filtrar después

Clay Shirky, investigador de las implicaciones de la web social y profesor de la Universidad de Nueva York, dice que ahora se trata de publicar primero y filtrar después.

Este proceso que se da a través de ese flujo de información en tiempo real le exige al periodista afinar el rigor en la reportería y verificación de datos (muchos falsos rumores) que circulan en esas plataformas de información como Twitter. En otras palabras, se trata de la labor editorial de curaduría de contenidos para recopilar, seleccionar, verificar, analizar y compartir. De esta manera, el periodista asegura tener la información y publicar en el instante el ‘titular’. A partir de ahí comienza a desarrollar la noticia.

En este ecosistema de superabundancia de información, el papel del periodista es relevante y debe aprovechar las cualidades del ciberperiodismo (hipertextualidad, multimedialidad e interactividad) y ponerlas al servicio de la producción de contenidos profundos que trasciendan los meros 140 caracteres.

En Twitter circula el ‘titular’ y el enlace al contenido con el desarrollo de la información. Como en el caso de Wikipedia, esos datos son el punto de partida para que el periodista comience a investigar, a contrastar y a verificar la información, no son el punto de llegada.

Esto requiere entrenamiento y habilidades por parte del periodista para ayudar a ordenar ese caos, a extraer los datos (separar el trigo de la paja), procesarlos y contextualizarlos con el fin de entregar valor agregado a sus audiencias.

Así mismo, requiere nuevas rutinas periodísticas para que los medios trasciendan la antigua participación que hoy camuflan con un hashtag acompañado de pregunta (sobre tema del día o algún asunto relacionado con el canal) o urna virtual que no son más que un tradicional ‘vox pop’.

Esas nuevas rutinas deben estar acordes con el reto que hoy tienen los periodistas de informar con la gente. No es el futuro, es la realidad actual. Esto exige entrenamiento para poner al servicio del periodismo los nuevos métodos para reportar como el crowdsourcing (reportería distribuida), el periodismo de código abierto (transparencia y colaboración, de ahí la utilidad de blogs y microblogs), y el ‘hazlo por ti mismo’ –forma no filtrada de periodismo colaborativo en la que la audiencia publica directamente en el mismo sitio web del periodista–.

El reto para el periodista

Bajarse del pedestal en el que ha estado siempre el periodista para informar (publicar mensajes), dentro del paradigma anterior de comunicación vertical, es el reto y el primer paso para adaptarse al nuevo paradigma de la comunicación que pasa de las 5W a las 6W. Esa sexta W es el ‘We’ (NOSOTROS) como protagonista.

Al fin y al cabo el periodista se debe a su audiencia y no puede seguir ignorándola al hacer periodismo relevante para su comunidad y que esta también participe a la hora de establecer la agenda informativa: es una forma de aprovechar ese capital social. Además, que a partir de esa comunicación bidireccional periodista-audiencia se construya de manera colaborativa esa información relevante al servicio de la ciudadanía, no de los dueños del medio.